viernes, abril 19, 2024
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Iberdrola: a robar a otra parte

Fiel al “código de ética” de los grandes corporativos nacionales y foráneos, la voraz trasnacional española Iberdrola chantajea con “retirar” o “desincentivar inversiones futuras” ante la negativa del Poder Judicial de la Federación de concederle un amparo por el incremento tarifario (totalmente legal) aplicado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por el servicio de transmisión de energía hacia empresas con permisos legados de autoabasto.

Iberdrola le haría un enorme favor al país si recoge sus chivas y se retira de México: aquí se le acabó el festín y los voluminosos subsidios que recibe de la CFE, “gracias”, desde luego, a la “reforma” de Peña Nieto (por cierto, se cumplen ocho años de ese atraco a la nación, “legalizado” por un Poder Legislativo sumiso y corrupto que a cambio de “moches” entregó la soberanía energética nacional a pútridos consorcios como el español; la fecha también coincide con el 23 aniversario de otro brutal cuan descarado despojo a los mexicanos: la “legitimación” de la deuda del Fobaproa).

Por ello es necesario recordar lo denunciado por los directivos de la CFE, en el sentido de que “de mantener el esquema vigente de contratos con los productores independientes de energía (PIE), el daño a la nación se calcula en 412 mil millones de pesos por subsidios, riesgos cambiarios y de inflación, bajo despacho y tarifas crecientes. La empresa productiva del Estado sufre una sangría, pues sólo los subsidios a los PIE ascienden a 249 mil 606 millones de pesos, y de este monto 56 mil 175 millones corresponden exclusivamente a la trasnacional Iberdrola por la operación del parque eólico La Venta, en Oaxaca. Hay que poner fin al saqueo de un pequeño grupo de particulares que se han hecho intensamente ricos con los contratos obtenidos al amparo de la reforma energética del sexenio pasado”.

Días atrás en este espacio se recordó que los tecnócratas pretextaban que los subsidios gubernamentales “distorsionan la economía y el mercado, y eso no es sano para las finanzas públicas”, por lo que de un plumazo –y entre tantos otros– Ernesto Zedillo canceló el que se aplicaba a la tortilla, en el entendido –según él– de que esa decisión fue “para beneficio de los mexicanos” (resultado: 2 mil por ciento de aumento en el precio de ese producto básico). Entonces, si ese es el “criterio” de los neoliberales, ¿por qué autorizaron que un consorcio privado reciba subsidios públicos por alrededor de 2 mil 800 millones de dólares? Y el de Iberdrola (un consorcio depredador aquí, allá y acullá) no es el único caso.

El chantaje de Iberdrola es idéntico al que años atrás, y de forma reiterada, intentaron el tóxico empresario Germán Larrea (Grupo México, Pasta de Conchos, ríos Sonora y Bacanuchi, entre tantos otros) y las mineras canadienses, cuando se anunció la intención de cobrarles un derecho minero especial de 7.5 por ciento sobre sus ingresos brutos. Un día sí y el siguiente también, anunciaron que dejaban de invertir en el país y llevarían sus dineros a otras latitudes. También le hubieran hecho un gran favor a la nación, pero lamentablemente no trascendió la pataleta.

De acuerdo con la información publicada por La Jornada (Braulio Carbajal) la autoridad judicial “da la razón a la empresa productiva del Estado y a la posición del gobierno federal de cobrar más a las empresas que tienen un esquema de autoabastecimiento de energía y usan las líneas de transmisión y distribución de la CFE (porteo). El año pasado, la Comisión Reguladora de Energía emitió un nuevo ordenamiento tarifario a raíz de una solicitud de la citada Comisión, dado que desde su perspectiva los cargos por porteo no reflejaban los costos justos y proporcionales por la prestación del servicio… Se resuelve no amparar ni proteger a Enertek, Iberdrola Energía (Altamira, del Golfo, La Laguna, Monterrey y Tamazunchale, todas sociedades anónimas de capital variable), en contra de los actos precisados, dice la resolución”.

En síntesis, a robar a otra parte.

Las rebanadas del pastel

Si de despojos se trata, ahí está el caso de otro robo cultural al país: una empresa extranjera resulta ser (con el aval de un juez “mexicano”) “dueña exclusiva de la marca Frida Kahlo y legítima titular a escala mundial de todos los derechos de propiedad intelectual. La firma, fundada en Panamá y presidida por el venezolano Carlos Dorado, ganó el litigio que inició la sobrina nieta de la pintora hace cuatro años”. Qué asco.