sábado, junio 22, 2024
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Del fraude al “megafraude”. PRI, PAN, PRD y los perritos. ¿Qué fue del “INE no se toca”?.


México SA
Carlos Fernández-Vega

La nueva etapa de la propaganda sucia de la derecha es denunciar el enorme fraude electoral cometido por Morena en las elecciones del pasado domingo, y como prueba fehaciente divulga, urbi et orbi, que el Instituto Nacional electoral (INE) descubrió inconsistencias en más de 60 por ciento de las casillas. Contundente, según ellos, lo que deja en claro que no hay peor cosa que ser pendejo y todavía presumirlo, como Denise Dresser comprenderá.
Ante esa campaña negra, el INE puntualiza: el recuento de actas de la elección presidencial del pasado domingo no es a pedido de algún contendiente, sino resultado del análisis que marca la ley para esta etapa; no obedece a algo extraordinario, sino que es la legislación la que marca las causales de cuándo se tienen que hacer estos recuentos ( La Jornada, Fabiola Martínez y Alonso Urrutia). Así de sencillo. Como cápsula de memoria, en la elección de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador arrasó, el recuento fue de entre 71 y 75 por ciento de las casillas.

Los histéricos gritones que hoy denuncian un megafraude son los mismos que en 2006 se negaron al recuento (voto por voto, casilla por casilla) y a toda costa lo impidieron, cuando la diferencia entre los candidatos apenas fue de 0.56 por ciento (algo así como 244 mil votos), con lo que avalaron y aplaudieron el fraude calderonista.

Ahora que de todas perdieron todas, están al borde del infarto y van de ridículo en ridículo, esos rabiosos intentan instalar la narrativa del megafraude (no sin antes mostrar su incredulidad, porque en Madrid y París todos los mexicanos votaron por Xóchitl, algo que es falso, amén de una soberana pendejada), cuando entre el primer y el segundo lugares en los comicios del pasado domingo la diferencia fue de 31.5 puntos porcentuales, o si se prefiere 17 millones 605 mil 876 votos. Entonces, se necesita ser muy sucio, muy pendejo o ambos, para promover una campaña negra como la descrita.

Eso sí, quienes están quitados de la pena y frotándose las manos, a pesar de su estrepitoso fracaso, son Alito Moreno y Marko Cortés que se autopremiaron con un escaño (fuero incluido), aunque Jesús Zambrano no alcanzó pastel, pues ni como plurinominal llegará al Senado, al tiempo que el negocio que regentea, el PRD, a punto está de perder el registro. ¿Y Claudito? Bañado de boñiga por sus incondicionales seguidore$$$, pues como patrón de los tres cochinitos no dio una, aunque sin pena alguna él seguirá gozando de la fortuna paterna.

Por cierto, Alito, Marco y Jesús bien podrían entonar a coro aquella famosa canción de los perritos, con la variante de que no eran 10, sino 25. La Jornada (Néstor Jiménez) informa: Bajo las gestiones como dirigentes partidarios de Marko Cortés en el PAN, Alejandro Moreno en el PRI y Jesús Zambrano en el PRD, estas fuerzas políticas habrán perdido en conjunto 25 gubernaturas con el nuevo mapa electoral que dejan las pasadas elecciones. Así es: con ellos a la cabeza, en seis años perdieron prácticamente todo: Presidencia de la República y 25 gubernaturas, sin considerar la debacle en el Legislativo

Cuando Alito se instaló en la dirigencia priísta (18 de agosto de 2019), la otrora aplanadora tricolor gobernaba –es un decir– 12 estados de la República; tras los comicios del pasado domingo, a duras penas lo hará en dos (Coahuila y Durango, donde no hubo elección para gobernador), es decir, una pérdida acumulada de 83 por ciento durante su estancia en el búnker de Insurgentes Norte.

El 19 de noviembre de 2018, Marko Cortés se sentó en la presidencia panista. En ese entonces, los blanquiazules gobernaban –también es un decir– 11 estados; hoy apenas cuatro (Aguascalientes, Chihuahua, Querétaro y Guanajuato; sólo en este último hubo elecciones para gobernador el pasado domingo, y a punto estuvo de perderla), lo que implica una caída de 60 por ciento.

Jesús Zambrano llegó a la dirigencia del PRD el 29 de agosto de 2020. Entonces, su partido gobernaba dos estados (Michoacán y Quintana Roo), con lo que se ubica en el primer lugar en la lista de perdedores con el 100 por ciento, pues a esta alturas no gobierna ni en su casa y a punto está de perder el registro.

Unas joyas, sin duda, que si tuvieran tantita vergüenza debieron renunciar el mismo 2 de junio, pero como de eso no tienen la menor idea se aferran al hueso y promueven el cuento del megafraude.

Por cierto, en el mismo periodo Morena ganó 18 gobernaturas y dos veces la Presidencia de la República.

Las rebanadas del pastel

¿Y dónde quedó la marea rosa que pregonaba el INE no se toca?

X: @cafevega

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