Los precios de la gasolina en EE.UU. están provocando que muchos ciudadanos estadounidenses crucen la frontera de México para llenar los tanques de gasolina de sus vehículos.
El conflicto que involucra a Rusia, el tercer mayor productor mundial de petróleo del mundo, se ha hecho sentir en este sentido en todo el mundo y también en EE.UU., donde a principios de marzo el precio medio de un galón (3,75 litros) de gasolina ascendía a 4,33 dólares, su nivel más alto en los últimos 14 años.
Mientras, al otro lado de la frontera, los precios son muy diferentes. Así, por ejemplo, en la ciudad fronteriza de Tijuana, la gasolina cuesta alrededor de 21 pesos el litro, es decir, un dólar por litro y alrededor de 3,75 dólares por galón.
“Cruzo la frontera una vez por semana para llenar mi depósito porque aquí es muy barato. Aquí la gasolina es bastante barata, por eso lo hago”, dice un conductor de EE.UU. que realiza este viaje de ida y vuelta cada siete días. “Es demasiado cara, y la economía no es tan sostenible para que yo pueda pagar un galón de gasolina entero para mi auto, así que tengo que cruzar a Tijuana. Creo que es algo que definitivamente mucha gente está haciendo en San Diego”, cuenta otro automovilista estadounidense.
Mientras la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador está tratando de controlar los precios subsidiando los combustibles y con otras medidas que anunció en diciembre.
El plan del Gobierno de AMLO pasa por aumentar la producción de petróleo y disminuir las exportaciones de manera que para 2023 y 2024 se alcance una producción de 2.000 millones de barriles diarios y se usen por completo para satisfacer las necesidades del mercado interno.
En estas circunstancias, numerosos ciudadanos del sur de EE.UU. que residen a poca distancia de la frontera están optando por hacer viajes, incluso semanales, a Tijuana para llenar los depósitos de sus vehículos. Una práctica que se está volviendo cada vez más común.
NFS