El Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2022-2036 (Prodesen) presentado el 31 de mayo carece de enfoque y acciones hacia una transición energética justa, advirtieron organizaciones ambientalistas, y señalaron que el gobierno de México no ha contemplado avanzar hacia una transformación de las fuentes de generación eléctrica.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Iniciativa Climática de México y Greenpeace, entre otras organizaciones, advirtieron que se sigue favoreciendo la generación de energía eléctrica con fuentes fósiles como el gas y el combustóleo, altamente contaminantes y dañinas no solo para el medio ambiente, sino también para la salud de las personas.
Recordaron que de toda la canasta de energéticos para la generación de electricidad, la fracción de la generación de energía proveniente del combustóleo pasó de una participación del 5.65 por ciento a 13.80, creció en 144 por ciento en tan sólo un año, según datos de los informes anuales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de 2020 a 2021.
Consideraron que la política energética del país debe promover una transformación justa, que atienda las brechas de desigualdad existentes, reduzca la pobreza energética y garantice el derecho a un medio ambiente sano para todas las personas, especialmente aquellas que habitan los territorios en donde se localizan las centrales de generación de electricidad.
Con el Prodesen 2022-2036 se incumple e incumplirá con las metas establecidas en la Ley de Transición Energética y a Ley General de Cambio Climático (LGCC) en materia de generación de energía limpia.
“El programa ancla a México a una infraestructura fósil contaminante por las próximas décadas y aumenta la dependencia de combustibles provenientes del extranjero, como el gas. Esto hará que México no cumpla con los compromisos que suscribió en el Acuerdo de París y retroceda de manera lamentable en la luc ha por la justicia climática”, agregaron.
En tanto, la Secretaría de Energía (Sener) destacó que, según el Prodesen, al cierre de 2021 la generación de energías limpias representó poco más de una quinta parte de la totalidad de electricidad producida en el país, lo cual es un avance en la política de transición energética.
