La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó de forma unánime que las autoridades violaron el derecho al medio ambiente sano de los veracruzanos al autorizar la ampliación del Puerto de Veracruz.
Esto implica que una vez que la Administración del Sistema Nacional Portuario Nacional Veracruz (Asipona) sea notificada de la sentencia, deberán suspender las obras de la ampliación portuaria.
Parte de los argumentos presentados por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) es que las autoridades ambientales no utilizaron la mejor información científica; tampoco analizaron la expansión portuaria de manera integral, ni consideraron todos sus impactos, pues el Manifiesto de Impacto Ambiental presentado por la Asipona, se dio de manera fragmentada en alrededor de 16 partes.
Xavier Martínez, director operativo del Cemda, explicó que esta sentencia obliga a que la Asipona realice una nueva evaluación del impacto ambiental de forma integral, que albergue todo el proyecto, que tiene una zona amplia de influencia desde la región de Actopan hasta Los Tuxtlas.
“Para que esto funcione se requiere la mejor ciencia, no se consideró el impacto contra los arrecifes, por ejemplo, se decidió ignorar totalmente al arrecife de La Loma”, explicó Martínez.
Admitió que es un proceso que será largo, pues aunque con la sentencia culmina la parte del juicio, ahora comienza la ejecución de la sentencia una vez que el juzgado notifique a todas las partes, después la Asipona deberá suspender sus trabajos, llamar a hacer estudios para un nuevo estudio y presentación del Manifiesto de Impacto Ambiental y después la Semarnat deberá evaluar nuevamente el proyecto.
El director operativo del Cemda indicó que esto crea un nuevo precedente jurídico que influirá en cómo se presentan los Manifiestos de Impacto Ambiental de grandes proyectos, que podría influir en el Tren Maya o el Corredor Interoceánico.
El proyecto de ampliación del puerto constaba de dos fases: la primera ocurrió entre los años 2014 y 2018, y la segunda entre 2019 y 2030. Éste incluye 35 nuevas posiciones de atraque y la posibilidad de acceso a buques de gran calado (18 metros de profundidad) e implica ampliar la superficie del puerto en 500 hectáreas en agua y 450 en tierra.
