Se afirma, con razón, que para presumir o adoptar una postura, se necesita autoridad moral, por ello, el menos autorizado para liderar la lucha por la democracia o el combate a la corrupción, es quien jamás ha hecho algo por su defensa o destierro, por lo mismo viene a resultar un mero “gazapo”, enarbolar esa bandera, solo por la amenaza Trump está latente.
Los gobiernos de nuestro vecino país -EEUU-, nos vienen ahora con el cuento que van a liderar la democracia en el mundo -ya no digamos latinoamericana- porque existen ejemplos claros de los obstáculos que ponen cuando una nación quiere vivir su destino a su manera, pues de inmediato, dictan las reacciones más criminales o sanguinaria que se pueda uno imaginar, y los ejemplos abundan, por lo mismo, tiene que hacerse a un lado la hipocresía y aquí lo estamos viviendo cuando hay casos que, por el simple hecho de que se rebelen, encierran la inconformidad generalizada.
Para no ser tan prolijo en la elocuente actitud agresiva de ese país contra diversas naciones, solo, a manera enunciativa, se dirá el acontecimiento que vivió México con el asesinato de Madero, un auténtico democrática que para destruir la dictadura de 30 años de Porfirio Díaz, arropado por las compañías extranjeras, o bien Allende, en Chile, con el gobierno de Pinochet ,que en plena lucha democrática, dio su vida por liberar a su pueblo, y lo mismo pasó en Bolivia, Nicaragua, Brasil , Argentina, Cuba, Guatemala y otros tantos en estas latitudes, que causa de lo causado, por la cerrazón norteamericana.
Pero, ese amor por la democracia con que nos vienen a presumir, salta de inmediato a la memoria histórica la agresiones que se vivieron en Vietnam, Afganistán, Irak, Irán, y un sinfín de pueblos que se les ha negado el derecho a su libertad, monumento histórico que se ve en Nueva York y que simboliza la libertad, que nace en los principios de la Francia revolucionaria.
Qué bueno que se quiera o se intente borrar aquel tiempo; que aflore, una sociedad y su gobierno, mas humana, universal y solidaria, una nueva política, luego entonces, en principio hay que pedir perdón a todos los pueblos que se han ofendido de manera tan criminal y más aún, que se castigue a quienes han saqueado y empobrecido a las naciones y se han convertido en tapaderas de los que han hecho su riqueza en la explotación acumulada y en aras de la miseria de tantos pueblos, pues han protegidos a los delincuentes, por ejemplo, de México, que roban y defraudan a los mexicanos e invierten sus pillerías en aquel país.
Sin duda, el caso de Trump es paradigmático al pretender dar un gol.pe de estado,-agua de su propio chocolate- similar a los que ellos mismos han alentado , apoyado y acontecido en grandes partes del mundo, pues sin que se mencione , es el punto de referencia para que los pueblos definan su camino, como lo habían hecho con Biden y que sin embargo, los obstáculos están en la más clara evidencia.
Ahora si, la democracia esta en grave peligro, se dice en la cumbre por la democracia convocada por el presidente Biden, y no le falta razón, pues el asalto al capitolio no puede ni debe quedar sin castigo, -en la impunidad- como tampoco lo que se vivió en Honduras, con Zavala o en Bolivia, con Evo Morales, y menos que se siga alentado la inestabilidad de Venezuela, donde democráticamente ha marcado su camino, o bien lo que vivimos con Cuba, que tiene sesenta años bloqueado por la economía militar y económica más poderosa del mundo y todo por no plegarse a los intereses de sus hegemonías internas que quieren seguir atracando a esa Isla.
Los países concurrentes a esa cumbre tienen que mirar solo a la ONU y que sea ahí donde se de la solidaridad del mundo, de otra suerte, si se siguen cerrando las fronteras, las injusticias se acrecentaran , porque si la miseria no tiene ideología, tampoco la tiene la paz del mundo , pues vivirá amenazada y en el camino a su destrucción. Si se cree que este grito es a tiempo todavía, agarremos todos de él, para buscar la nueva patria de todos.
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