Estimados Senadores, Diputados Federal y locales:
Estamos a un año de conmemorar los 200 años del Plan de Veracruz, es decir, a casi nada.
No me extenderé en una clase de historia, solo explicaré que el 2 de diciembre de 1822; Antonio López de Santa Anna desde el balcón del edificio de gobierno municipal de la ciudad de Veracruz llamaba al pueblo a defender el Plan de Iguala y a restituir el Soberano Congreso que el tirano había disuelto; con algunos ajustes, el 6 de diciembre y posteriormente, con la firma del Plan de Casa Mata, en febrero del año siguiente se daba por concluido el efímero primer Imperio como forma de gobierno y nacería, en 1824, el sistema de gobierno que aún hoy nos rige, el Republicano.
Pasando por alto el tema sensible de que fuera Antonio López de Santa Anna el autor del grito libertario -posteriormente recibió ayuda del intelectual Miguel Santa María y el respaldo de Guadalupe Victoria- no podemos ni debemos negar que nuevamente Veracruz fue protagonista en la historia de la nación, sin dudarlo, cuna de la República, garante del Congreso y centinela sin relevo de la Patria.
No es chovinismo recalcitrante ni ánimos separatista lo que me hace publicar este artículo, mi motivación es que la conciencia veracruzana se cimbre y que unidos con nuestro trabajo aceitemos los engranes esenciales en el funcionamiento de este reloj republicano llamado Estados Unidos Mexicanos, con una identidad, orgullo y sobre todo historia.
Estimados representantes, estamos a tiempo de proponer una sesión solmene el próximo año en nuestra querida ciudad, que no se siga propagando la idea de que el pueblo veracruzano, es indolente, apático y que solo responde al llamado de las jaranas y la conga. ¡No! Somos la puerta y puerto de este país, la cuna de las gestas heroicas, el sepulcro de héroes conocidos y anónimos, pero sobre todo: La ciudad de Veracruz es Cuna de la República y garante del Congreso de la Unión con todo lo que esto implica.
Twitter: @miguel_salvador