jueves, abril 18, 2024
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8M: las mujeres de Morena

Por Maria José García Oramas

Difícil malabarismo político realizaron las mujeres del partido de Morena este 8 de Marzo. Temprano, antes de que comenzara la marcha feminista, arroparon al Presidente. Lo escucharon decir que él respeta y cuida a las mujeres porque su mamá se lo enseñó y que el movimiento está infiltrado por el conservadurismo, además de enumerar los logros de su gobierno a favor de las mujeres. Y, finalmente, porque no son iguales, se tomaron la tradicional foto con él portando el característico pañuelo violenta que representa al movimiento.

Parece que tampoco ellas han comprendido que el feminismo es antipatriarcal, que lo que se busca no es que los hombres nos cuiden y nos protejan, sino que rompan el pacto, escuchen a las mujeres, las reconozcan y erradiquen la violencia machista. Que entiendan que seguimos exigiendo que nunca una más sea torturada, desaparecida, asesinada. Que si bien comprendemos que el gobierno busca restablecer la justicia en el sentido de encontrar y encarcelar a los culpables, sin impunidad, todo ello es insuficiente si seguimos perdiendo a 10 mujeres cada día víctimas de feminicidio en nuestro país. Que ya es hora de que reconozcan que este tipo de violencia sigue en aumento y que no la han podido parar, ni disminuir, ni atajar porque simplemente no comprenden cómo opera el Patriarcado.

¿Que el movimiento feminista está infiltrado por el conservadurismo? Desde luego que no, las mujeres no somos ni ingenuas ni improvisadas. El movimiento feminista es internacionalista, organizado colectivamente y afianzado en nuestro país desde los años 1980´s y en él participan grupos y colectivas diversas conformados por ciudadanas libres y autónomas a lo largo y ancho del país. ¿Que se trata de un movimiento violento? Ni por mucho. Si bien algunas ramas del movimiento reivindican las pintas, el uso de marros y garrotes, ninguna persona en el mundo ha muerto en ninguna manifestación a manos de una feminista a lo largo de su historia. Se trata de un movimiento que surge de la indignación y la frustración y por ello genera tensiones y connatos de violencia pero que no constituye, ni de lejos, un movimiento ilegítimo o violento. Eso, tampoco parecen entenderlo el Presidente y las mujeres de Morena.

Ojalá y en vez de arropar al patriarca, lo hagan para apoyar a las miles de mujeres que aún sufren de la violencia machista; que no pueden elegir libremente sobre su cuerpo y su sexualidad; que padecen acoso y hostigamiento sexual en todos los ámbitos en los que transcurre su vida cotidiana; que viven todos los simples días amenazadas, controladas y violentadas. Ojalá y algún día entiendan qué significa ser feminista, portar un pañuelo violeta y moverse para no salir en la foto.