Orizaba, Ver.- A dos años de iniciada la pandemia por covid-19, el sistema educativo del país padece retrasos o incumplimiento en las metas académicas, la enfermedad tomó al país por sorpresa, “no estábamos preparado para la educación en línea”, reconoce Rigoberto Reyes Valenzuela, director del Tecnológico Nacional de México en Orizaba (ITO); el modelo educativo híbrido llegó para quedarse. Reconoce que la pandemia, además de tomar por sorpresa al sistema educativo del país, afectó el cumplimiento de las metas educativas antes de la pandemia: “creo que sí afectó de cierta manera la educación, pero también logramos recuperarnos a esta nueva realidad, a esta Nueva Normalidad. Definitivamente cambiamos el esquema totalmente en marzo de 2020 a uno que ya traíamos por años; fue extraño tanto para los alumnos como para nosotros los maestros”.
Las condiciones que la pandemia nos impuso, dice, “cambió todo el esquema que nosotros teníamos que hacer, nos tomó por sorpresa la verdad y poco a poco nos fuimos acomodando, poco a poco fuimos llevando a cabo las tareas y ahora te puedo decir que después de las capacitaciones que hubo con los profesores y los mismos estudiantes de alguna manera ya se estabilizaron pero no al 100 por ciento. Definitivamente nuestros planes y programas de estudios no están hechos para trabajar en línea, cuando tú tienes un programa diseñado para trabajar en línea, nace distinto, desde el temario de una materia, cómo van a llevar a cabo las prácticas es totalmente diferente, entonces nosotros tenemos que seguir transitando en la ruta definitivamente”.
Hoy el sistema educativo híbrido “llegó para quedarse. Esto no se va a ir y tenemos que aprovechar el uso de la tecnología, acatar las determinaciones en los aforos, en los espacios, nunca van a estar como antes, llenos en su totalidad, tenemos que guardar la sana distancia, si los contagios repuntan, es preferible decir me quedo en casa para no contagiarme, la educación ya es una actividad esencial y se puede dar en modalidades híbridas o presenciales”. No obstante, reconoce que en el sistema educativo nacional “hay cosas que deben ser prácticas y no podemos dejar de hacerlas, puede haber materias que no requieran mucha práctica y que pueden seguir virtuales, pero las que son de práctica definitivamente hay que ir al taller, al laboratorio, y más en las ingenierías”.
Hoy, agrega, “tenemos que ser competitivos, los programas están acreditados por los diferentes organismos como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien nos mide la calidad de la educación, entonces en el momento en que nos evalúa debemos cumplir. Las prácticas de talleres y laboratorios deben hacerse, porque ellos quieren terminar su carrera y no haberlo llevado a la práctica significa un retroceso”.
El regreso a clases presenciales es impostergable, la vacunación ayuda mucho, “y hay indicadores, hay quienes siguen teniendo temores al regreso, pero la ciudad ya retomó su actividad, el mercado lleno, hasta el cine. Hay que tomar indicadores como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por ejemplo, que está retomando las clases presenciales”.
En el ITO “estamos hablando de un esquema híbrido, y no de un retorno presencial en su totalidad, estamos respetando los aforos que tienen todos los espacios del tecnológico, llámense talleres, laboratorios o aulas”.
