Manchones de cal blanca se pueden apreciar en la calle Primo Verdad, del centro histórico de la capital, para cubrir el excremento de un hombre indigente mayor de edad, que desde hace tres semanas ocupa la banqueta para dormir, comer lo que le regalan y ahí mismo hacer sus necesidades.
En esa misma calle hay otro indigente de edad más joven que duerme sobre rejas de plástico y se tapa con una cobija negra, sus pies se asoman entre los cartones, pero su cara no se puede ver. La imagen se repite con otros indigentes que pernoctan en el palacio municipal, apenas llega la tarde y se les ve jalar sus cartones para acomodarse y pasar la fría noche invernal con una temperatura promedio de entre 10 y 11 grados a la intemperie.
Otro refugio que encuentran en la vía pública es en la banqueta de la Biblioteca Carlos Fuentes, ahí duermen otros dos indigentes desde hace medio año aproximadamente, y se alimentan de las tortas o cafés que les regalan las personas que pasan.
Los comerciantes de la calle Primo Verdad refirieron que han llamado a las autoridades municipales para que ayuden a las personas en situación de calle, y una vez vieron que llegó un vehículo blanco a darles auxilio, pero se negaron a irse a un refugio.
Algunos meseros de restaurantes en el centro de la ciudad explicaron que en ocasiones tienen la oportunidad de darles alimentos en buen estado que quedaron del día, pero no siempre es así. Un mesero explicó que por las noches hay más personas en situación de calle “que quien sabe de dónde salen”, pero buscan dormir en los pasillos exteriores del Hospital Regional “Doctor Luis F. Nachón”.
Otros lugares que estas personas eligen para dormir son los pasillos del pasaje Enríquez y en la calle Primo Verdad, en espacios que durante el día ocupan conocidos restaurantes. También el pasillo del Banamex, en la cuchilla de Xalapeños Ilustres y Zamora, frente a Radio Mundial, además del callejón González Aparicio, cuando cierran los bares que allí se encuentran.
Por su parte los transeúntes consideraron que las autoridades del DIF municipal y de la Subdirección de Salud municipal deben atender la problemática, porque los indigentes sufren en la calle, pero también ofrecen una imagen que no es bien aceptada por los visitantes que llegan a la capital del estado.
Recordaron que en la noche del 19 de octubre una persona en situación de calle murió en el pasillo exterior del palacio de gobierno, tras permanecer por dos semanas con dolores de espalda, sin que el ayuntamiento de Xalapa apoyara al ciudadano.
“Pobre señor, lleva semanas aquí tirado con su cobija y la cal que le echan los vecinos porque si huele mal es excremento, ya está mal el señor, ahí se hace, ahí come, ahí todo, ¿Qué esperan para ayudarlo? O van estarán esperando a que pase lo peor”, dijo una mujer que caminaba por la calle Leandro Valle.
