El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el viernes que la acción militar de su país en Ucrania no era responsable de la crisis alimentaria mundial y afirmó que Occidente estaba impidiendo la exportación de cereales rusos. “El mercado de alimentos está desequilibrado de la manera más grave”, comentó Putin, dirigiéndose a una cumbre virtual “BRICS Plus” que reunió a los líderes de 17 países, incluidos China, India, Brasil y Sudáfrica.
La estrategia occidental instrumentada por Estados Unidos y el nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, de colocar a Zelenski para luego invitarlo a formar parte de la OTAN y con ello extender la frontera militar a 6 mil kilómetros de frontera con Rusia, más la hostilidad hacia la población rusa de Donetsk y el Lugansk, llevó a la decisión militar rusa.
Hasta ahora las operaciones militares favorecen completamente a Rusia, quien ha ocupado una amplia faja de amortiguamiento entre Rusia y Ucrania a costa de ésta. Un amplio perímetro que va desde la ciudad de Karniv al norte hasta Kherson y Crimea en el Mar Negro. Sin embargo, Biden aumenta los préstamos para ayuda a Ucrania en una estrategia que claramente está destinada a fracasar si nos atenemos a los mapas que muestran la evolución del espacio ucraniano ocupado por Rusia.
Los países occidentales claramente cargan con los costos y parecen no darse cuenta de que están estratégicamente perdidos. Basta visitar cualquier mapa actualizado de la guerra. Lo que eran los territorios dominados por Rusia antes y los que son ahora.
Entre las acciones económicas contra Rusia, la inflación, la hambruna posible y la necedad occidental por el error, el futuro parece francamente incierto.