La Unidad de Inteligencia Financiera informó que detectó al ex presidente Peña Nieto el método por medio del cual ha recibido transferencias por varias decenas de millones de pesos. El ex presidente reaccionó poco después en sus redes sociales afirmando que su patrimonio es legal. ¿Empezamos?
Ayer, las buenas conciencias en informativos y en la academia se dedicaron a criticar la medida por poco clara. Deja muchos interrogantes, dicen, sobre las presuntas transferencias monetarias del político mexiquense, así como de su supuesta actividad empresarial. Por lo pronto, el asunto coloca la atención en la Fiscalía General de la República que ya ha sido criticada por el aparente estancamiento de dos casos paradigmáticos: Emilio Lozoya y Rosario Robles. Ambas detenciones se vieron en su momento como el posible inicio de un maxi proceso al estilo Lava Jato que encarceló a varios ex presidentes sudamericanos por el escándalo Odebrecht. Empresa Brasileña con presencia en México y en el estado. Un proyecto que en su momento fue denunciado por La Jornada Veracruz: la hidroeléctrica sobre el río Pescados, en Jalcomulco.
Las miradas ciudadanas recaen ahora sobre el fiscal Gertz Manero que ha sido señalado de incompetente precisamente por los casos mencionados. De hecho, al ex presidente se le imputan cosas serias desde 2019 y la FGR nunca dio señal de indagar al respecto. La malquerencia habitual se solazaba en ironizar sobre la política de “abrazos no balazos”, deliberadamente descontextualizada desde que la pronunció. La frase aludía al cambio de narrativa por parte del gobierno. Pasar de la guerra interna a la paz interna. Desmontar las lógicas de la violencia, características del neoliberalismo.
Pablo Gómez es un político que desde su época de líder estudiantil es rotundo. Un político experimentado acostumbrado al análisis en detalle. Falta por ver cómo se articulará el caso Peña Nieto con los que están en proceso pero en aparente estancamiento. Será un proceso accidentado porque el sistema neoliberal reacciona en diversos ámbitos desde el Poder Judicial que, está visto, fue profundamente trastocado en su honradez y confiabilidad desde que se ha mostrado la docilidad a la que se presta para estorbar los procesos de restauración institucional luego de la pesadilla de autofagia neoliberal. Por lo pronto, el ex presidente ha puesto a la venta su departamento de lujo en Madrid. Los meses siguientes serán previsiblemente agitados. Sobre Peña Nieto recaen relaciones sospechosas con por lo menos otra empresa además de Odebrecht; OHL, la empresa constructora española que obtuvo concesión para construir y operar carreteras privadas cuando el ex presidente fue gobernador en el Estado de México.
