Orizaba, Ver.- El glaciar Jamapa, el único que sobrevive en el Pico de Orizaba, prácticamente entró en etapa de extinción. Los datos más recientes advierten que su desaparición total será en nueve años, es decir en 2030. Actualmente, la zona centro del estado ya resiente los efectos del cambio climático, por ejemplo, se rompieron las fronteras agrícolas, forestales e incluso de salud, advierte Ricardo Rodríguez Deméneghi, promotor de la asociación “Salvemos al Pico de Orizaba”.
La situación ambiental es cada vez más grave, pero –agrega– la principal afectación que se está viviendo por el cambio climático se da en la región costera y en la zona de las Altas Montañas, que es la escasez de agua.
“Tenemos una terrible disminución en la captación de agua, por ejemplo, en todas las ciudades de la zona centro del estado, tenemos tandeos en cualquier servicio de agua, pero ha disminuido en los pasados cinco años, esto quiere decir que tenemos más de 150 días al año sin que corra agua directamente en las tomas libres, es decir el agua directa en las tomas domiciliaras”.
Hoy la población se acostumbra a tener sus cisternas llenas, “y no se han dado cuenta que cuando abren la llave directa no hay agua, por eso la autoridad municipal se ve obligada a hacer tandeos o justificar trabajos de mantenimiento o recuperación, pero la situación real es que nuestra fábrica de agua, el Pico de Orizaba, está produciendo muy poca agua y por otro lado la población va aumentando considerablemente. El factor más importante para nosotros es el agua y es lo que estamos perdiendo de manera intensa. Hay que hacer mención que se están moviendo las fronteras agrícolas y forestales, además de las fronteras faunísticas, hay un cambio en nuestras tierras, en nuestros cultivos y nuestros animales. Todo eso se está viviendo muy aceleradamente, para poner un ejemplo, enfermedades de la costa ya se registran en la región Altas Montañas, es el caso del dengue o paludismo”.
Agregó que “si hacemos una comparativa en los pasados 20 años vamos a notar que hay muchos cambios, podemos observar los impactos del cambio climático, por otro lado los estudios de los glaciares del Pico de Orizaba nos dicen que el último glaciar, que es el Jamapa, iba a sobrevivir hasta 2050, pero los estudios más recientes que se dieron a conocer en marzo de este año y que fueron ratificados en junio indican que solamente le quedan nueve años de vida, es decir el Jamapa va a desaparecer en 2030, dentro de nueve años, dentro de 27 mil días”.
La realidad indica “que el glaciar Jamapa desaparece y no estamos haciendo nada para poder ajustar ese cambio climático, ese cambio en el clima, porque lo poco que queda de hielo en el glaciar es una parte del equilibrio para el ciclo del agua, y si no llevamos a cabo acciones de mitigación inmediatos los efectos van a ser sumamente devastadores. Tenemos que iniciar procesos de adaptación al cambio climático, la primera recomendación es buscar el control en el uso del agua, construir un sistema para almacenarla, ya sea una cisterna, un tanque, pero todo va relacionado con el consumo y el cuidado del agua, que es lo más importante”.
Dadas las condiciones del cambio climático “es muy urgente que la academia y la sociedad civil se preparen en acciones para mitigar los efectos adversos y negativos, por ello en coordinación con el Tecnológico de Zongolica (ITSZ), y en forma conjunta con Salvemos, se está desarrollando la recopilación de diversos materiales y estudios que le permitan a los ciudadanos de las Altas Montañas del estado de Veracruz, Puebla y Oaxaca implementar las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Este día se ratificó el convenio de colaboración con el Tecnológico de Zongolica y la agrupación Salvemos al Pico de Orizaba”.
