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Acuerdo nacional contra la inflación // Con neoliberales, 69 mil por ciento // Problema que se soslaya, estalla

México SA

Carlos Fernández-Vega


Periódico La Jornada
jueves 05 de mayo de 2022

Si existiera una fórmula mágica para controlar o evitar el aumento de precios y su impacto negativo en el poder adquisitivo –especialmente el de la población más “vulnerable”, como eufemísticamente los tecnócratas definen la pobreza–, es obvio es que la inflación sólo sería un pésimo chiste. Lo que sí hay a la mano son herramientas de política económica que se utilizan para amainar el golpe e intentar sortear la crisis, y eso es lo que el gobierno federal intenta al instrumentar lo que ha definido como Paquete Contra la Inflación y la Carestía, que ayer se presentó en sociedad en coordinación con productores, distribuidores y comerciantes, y en el entendido de que “problema que se soslaya, estalla” (AMLO dixit).

Dijo el presidente López Obrador que ante el avance de los precios “debemos actuar, no quedarnos con los brazos cruzados, porque la inflación afecta mucho la economía y más a la gente de escasos recursos económicos. Es un impuesto y debemos evitar que haya carestía de la vida. Hemos podido mantener sin un crecimiento desmedido la inflación, porque tomamos a tiempo la decisión de controlar los precios de los combustibles. Esto nos ha permitido que tengamos una inflación más baja que en Estados Unidos, de un punto menos. Y se refleja con mucha claridad en el componente energético, nosotros tenemos en el mes de marzo 0.6 por ciento de inflación en energéticos y ellos tienen 2.5. La gasolina en México es más barata que en Estados Unidos”.

Sin embargo, “en lo que tiene que ver con alimentos y otros bienes, ahí sí nosotros tenemos un incremento mayor. Por eso, se tomó la decisión de actuar en lo que tiene que ver con los alimentos, convenciendo, persuadiendo, llamando a productores, a distribuidores, a comerciantes a que lo hagamos de manera conjunta, sin medidas coercitivas. No se trata de control de precios, es un acuerdo, una alianza para garantizar que la canasta básica de alimentos tenga un precio justo”, en el entendido de que se ha implementado “sin presiones de ninguna índole, en completa libertad, porque a todos nos conviene el que se controle la inflación”.

Se trata, como detalló el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O, “de aminorar la presión de precios sobre una mayor oferta”, no sólo con el acuerdo de mantener estables los relativos a los productos de mayor consumo de la canasta básica (24 que representan 46 por ciento en la inflación de dicho suministro); hay que incrementar la producción interna de alimentos –con énfasis en maíz y frijol– con fines de autosuficiencia e intentar abaratar, vía arancelaria, los que México no produce. Así, dijo el funcionario, “el paquete contempla tres estrategias fundamentales: producción, distribución y comercio exterior”. Con tales medidas se espera que “positiva y rápidamente” se atenúe el avance inflacionario.

No se trata de un pacto, a la vieja usanza neoliberal, ni de un control de precios, sino de un acuerdo voluntario, de mutuo beneficio y por el bien de la economía, con el sector privado. La intención es “que la canasta básica se estabilice para los próximos seis meses, plazo que podrá extenderse si es necesario; las industrias van a tener la flexibilidad para ajustar marcas y presentaciones, de tal forma que tengamos suficiente espacio de maniobra que todos nos debemos dar”, dijo Ramírez de la O.

Acuerdo, no pacto (menos en lo oscurito) como el que en 1987 impuso Miguel de la Madrid (Pacto de Solidaridad Económica), entre cuyos objetivos estaba el control de la inflación. Mucho discurso, anuncio y aplauso, pero el resultado fue desastroso. De acuerdo con el Inegi, en el sexenio de la “renovación moral” la inflación acumulada fue de 4 mil por ciento.

Salinas de Gortari hizo lo propio: Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento Económico; Zedillo se dio vuelo: de Unidad para Superar la Emergencia Económica; Alianza para la Recuperación Económica; Alianza para el Crecimiento y de Cooperación y Consulta del Sector Productivo. Cómo olvidar el “Pacto por México” de Peña Nieto. ¿Resultado? La inflación acumulada en los seis sexenios neoliberales fue de 69 mil 511.54 por ciento (la cifra es del Inegi).

Las rebanadas del pastel

Tiene razón el dirigente minero Napoleón Gómez Urrutia: los cambios a la ley minera no deben limitarse al control estratégico del litio para su explotación y aprovechamiento en beneficio del país, sino ir mucho más allá para “evitar que empresas privadas nacionales y extranjeras acaben de apoderarse de todo el territorio nacional y de su riqueza”.